¿Golpear para negociar o tanteos para conformar una fuerza social reformista?
Moyano expresa la trayectoria de un “buen burócrata”, es decir un dirigente que concentra poder en sí mismo, usándolo para negociar duro con las patronales y los gobiernos, de modo de obtener importantes “logros”. Logros que redundan en importantes mejoras en las condiciones de vida de sus representados, lo cual le permite gozar de un importante respaldo de su base, base que además se fue ampliando a cada vez más ramas de trabajadores. Al mismo tiempo el poder de Moyano ha tendido a desbordarse en negocios empresariales-familiares de diverso tipo, entrando en la red orgánica de corrupción propia de nuestro país (lazos con la familia judicial, con políticos, etc.).
Con el 21F Moyano se reinstala en el centro de la arena pública. Como él mismo dio a entender en su discurso en relación a que estaba desacostumbrado a estos actos, luego de dos años de tregua total con el gobierno. El acto en sí, como decimos más arriba, refuerza la tendencia a que se reconstituya una fuerza social nacional y popular o reformista burguesa, enlazándose con el movimiento hacia una reunificación de buena parte del peronismo (caso del encuentro reciente entre massistas, randazzistas y kirchneristas en la UMET). Pero si bien da un paso en esa dirección no dinamita los puentes con Cambiemos. Este “golpe” será sucedido lo más probable por la negociación de Moyano con el gobierno en los múltiples frentes en que está planteada la disputa entre ambos.
Moyano expresa la trayectoria de un “buen burócrata”, es decir un dirigente que concentra poder en sí mismo, usándolo para negociar duro con las patronales y los gobiernos, de modo de obtener importantes “logros”. Logros que redundan en importantes mejoras en las condiciones de vida de sus representados, lo cual le permite gozar de un importante respaldo de su base, base que además se fue ampliando a cada vez más ramas de trabajadores. Al mismo tiempo el poder de Moyano ha tendido a desbordarse en negocios empresariales-familiares de diverso tipo, entrando en la red orgánica de corrupción propia de nuestro país (lazos con la familia judicial, con políticos, etc.).
Con el 21F Moyano se reinstala en el centro de la arena pública. Como él mismo dio a entender en su discurso en relación a que estaba desacostumbrado a estos actos, luego de dos años de tregua total con el gobierno. El acto en sí, como decimos más arriba, refuerza la tendencia a que se reconstituya una fuerza social nacional y popular o reformista burguesa, enlazándose con el movimiento hacia una reunificación de buena parte del peronismo (caso del encuentro reciente entre massistas, randazzistas y kirchneristas en la UMET). Pero si bien da un paso en esa dirección no dinamita los puentes con Cambiemos. Este “golpe” será sucedido lo más probable por la negociación de Moyano con el gobierno en los múltiples frentes en que está planteada la disputa entre ambos.